no sé que día de marzo

Nunca lo había visto, surgir tan derrepente.
Eran las seis, por fin después de tanto tiempo bajo efectos, bajo dosis diarias, por fin, desperté y moví del buró el reloj para llevarmelo a la cara y sentir aquel movimiento delgado, escuchar el finísimo 'tac' de aquel aparato que me devolvía un poco de sentido.
No son sueños ni pesadillas aquellas cosas que olvidé casi todo el porcentaje, eran algo que me decía que seguía viva, que del café no quedó ni un poco, y que no, no iba a terminar nunca.

Me levanté atontada todavía y bajé las escaleras a la cocina... estaba en casa de mamá sin mamá. Subí al cuarto de ella y entre a la regadera. El agua me vistió de una paz que hace tiempo no encontraba, sentir su peso sobre mi como un campo de energía que caía y se renovaba, me deje caer al suelo lleno de ese caliz tan perfecto y se unieron a este mis lágrimas saladas, no supe mas que quedarme acostada.

Y ahora me pregunto que debo de hacer.

Y ahora lo sé.

5 comentarios:

  1. Saludos desde alguna parte de la red, sólo para compartir esta genial pagina de música que me encontré en la red http://rockatradio.com, ta perrona hay de todo

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  2. me gusta, que lindo escribes, que rico es sentir paz en un baño.. saludos!!

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  3. Hola, hola. Nadamas paso rapidamente para saludar. A ver cuando visitas mi nuevo blog :)

    Un abrazo.

    -L.

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